Las creencias mandan nuestros pensamientos que crean emociones que nos llevan a decisiones para tomar acción y obtener resultados. Con esto podemos ver la importancia de las creencias en nuestras vidas, según las creencias que tengamos así serán los resultados.
Hablando con un lenguaje de programación, las creencias son programas mentales instalados en redes neuronales que conectan en la sinapsis nuestras neuronas y se instalan en nuestro cerebro a base de repeticiones y alto impacto emocional. Para nuestro cerebro las emociones son lo más importante, porqué son las ellas las que nos dicen lo importante que es para nosotros lo que n0s sucede, acercándonos al placer o apartarnos de peligro, de ahí la importancia para nosotros.
Muchas de las creencias que tenemos vienen de cuando éramos pequeños, más concretamente hasta la edad de 7 años, de nuestros padres, amigos, maestros, familiares………. y han sido instaladas automáticamente sin darnos cuenta, a una edad que no cuestionábamos nada y absorbíamos todo, porque se necesitaba información muy valiosa para nosotros y para nuestra supervivencia. Al estar en nuestro subconsciente no sabemos de la mayoría de ellas y al reaccionar, ni pensamos que las tenemos pero están mandando nuestras vidas. Sabemos como reaccionamos pero no sabemos de donde vienen, pero al ser nuestras y ser lo que pensamos lo canjeamos como valido.
Las creencias activan la atención selectiva, no son cuestionadas, se auto refuerza, son estabilizantes y son auto convalidantes. Con todo esto es de suponer la importancia que tienen para nosotros, que son de fácil instalación pero de difícil desistalación, ya que al ser tan importantes nuestro cerebro las protege.
Cuestiona esa creencia que no te empodera, esa que no te hace avanzar: 1). Identifica esa creencia limitante preguntándote: ¿Qué pensamiento está bloqueando mi propósito? ¿Cómo me siento cuando lo pienso? ¿A qué me refiero con eso?
2). Recuerda de dónde viene esa creencia, tal vez lo recuerdes: ¿Qué gano o pierdo con ese pensamiento? ¿Eso que me dijeron o me creo, ¿es real o está en mi imaginación?
3). Me está protegiendo de algo o solamente me está perjudicando: ¿Qué hay de bueno en esa creencia? ¿Me sirve de algo pensar así? ¿Es una creencia que me ayuda a lograr mi objetivo?
4).Si descubres que no te ayuda ¿Lo puedo pensar de otra manera? ¿Cómo sería mi vida sin esa creencia? ¿Cómo me haría sentir?
Para modificar esa creencia limitante en una creencia empoderante vuelve a leerla y escríbela desde una perspectiva potenciada. Repite la creencia potenciadora y pregúntate: ¿Cómo me siento al declararla? ¿Es real y posible llevarla a cabo? ¿Qué debo hacer para empezar ese objetivo? ¿Me siento capaz?
Con todo esto debemos de ser capaces de empezar el camino al cambio para llegar a nuestros objetivos de una forma amable con nosotros mismos, conociendo, entendiendo y agradeciendo que nos ha acompañado hasta ahora y despidiéndose de el para dar la bienvenida al nuevo pensamiento.
Da a la vida otra oportunidad y agradece todo lo que te ha dado y lo que ha venido a darte, GRACIAS! Coach Jesús Roselló
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